Muchas veces las personas dan por ciertos muchos hechos o actos, sin cuestionarse el ¿por qué?; por ejemplo, ¿Por qué llevamos en nuestro nombre primero el apellido paterno que el materno?, durante mucho tiempo este hecho en nuestro país no había causado ningún motivo de cuestionamiento o de inconformidad, pero actualmente y como veremos más adelante es un tema de igualdad de género.
Para ser más preciso en el mes de junio de este año en el estado de Puebla una juez falló a favor de una madre soltera para que su hija llevara su apellido antes que el del padre. Esta decisión sienta un precedente para que otros padres puedan cambiar el orden de los apellidos de sus hijos en otros estados.
En la actualidad tres estados del país les ofrecen a los padres una elección. En 2013, Yucatán se convirtió en el primer estado en reformar su Código Civil para establecer esta opción; el Registro Civil yucateco tomó la decisión para cumplir con los acuerdos internacionales de los que México es parte, sobre equidad de género.
Para finales de mayo del año pasado, aproximadamente 17 niños habían sido registrados con el apellido materno. El estado de México aprobó una reforma similar en 2015 y Morelos lo hizo este año. Aunque el Código Civil de Guanajuato impone el paterno como el primero, este autoriza una variación en casos extraordinarios o cuando ambos padres sean extranjeros.
Los Códigos Civiles en otros cinco estados establecen que el primer apellido deber ser el paterno. El resto tiene reglas más ambiguas: en los códigos de 10 estados entre ellos Puebla y la Ciudad de México no se especifica un orden, pero se menciona primero el apellido paterno y luego el materno.
En los Códigos de otros 11 estados simplemente establecen que la persona a registrar llevará dos apellidos, cabe señalar que todas estas restricciones, sin embargo, pueden ser desafiadas en los tribunales.